lunes, 23 de marzo de 2009

This butterflies have to be murdered

Sabìa qe llegarìa este momento, es el momento en el qe ruego olvidarte, y es por miedo una vez mas, es porqe pienso mucho en lo qe tu puedes pensar, hacer, es qe siento qe debo tener todo tan claro, todo bajo control, y no puedo; esta serà una historia mas sin desarrollo ni fin. Es mejor terminar las cosas cuando aun puedes salir ilesa, no es mejor, es solo un tanto mas fàcil.
Soy cobarde una vez mas, prefiero matar estas mariposas qe siento, hay qe matarlas o encerrarlas en mi, no dejarlas salir nunca. Simplemente tù no puedes ser la excepciòn a lo comùn en mi.
Cada vez qe me propongo olvidar no lo logro y sòlo hago qe la otra persona crea qe asi fue, me acostumbrè a pensar en lo qe podrìan haber sido los te qieros guardados, las caminatas de la mano y la locura del sentimiento, pero no es tan difìcil cuando no tengo qe verte a la cara.
Tengo miedo de decirlo, de demostrarlo y qe no sientas lo mismo, o qe sientas lo mismo; eso es un miedo horrible al amor no fraternal, al qe hace qe mueran de "amor" los amantes, al qe te hace derramar lagrimas y dejar todo atràs.
Lo lograrè una vez mas?

miércoles, 18 de marzo de 2009

Angustia no, no.

Esta noche dormì en paz, fue la primera vez en cinco semanas luego del accidente. Al despertar notè que no habìa despertado como solìa hacerlo de golpe, mas bien, fue bastante lento, progresivo y sin esa angustia que ùltimamente orpimìa mi pecho.
Es increìble el poder que tienen tus palabras en mi, es increìble como creo en tu mirada y lo bien que terminan las cosas cada vez que me dices que todo estarà bien sin importar la magnitud de las situaciones que tenga que atravesar; las ganas que me das de seguir adelante, de respirar una vez mas aunque haya estado lista para acabar con todo.
Fuiste la primera imagen que apareciò en mi mente cuando creì que era el fìn, me duele recordarlo; si ese hubiese sido el fin yo no descansarìa en paz porque al impactar con el pavimento ya me estaba arrepintiendo de no haberte dicho una vez màs "te amo", sè que te lo digo constantemente, pero lo siento con cada respiro, y sòlo espero que sepas lo mucho que significas para mi.
Mi rostro se empapa una vez màs al recordar todo, al recordar que siempre has estado; cuando me pierdo yo sòlo pienso en ti y sè que no estoy sola en este camino. TU TAMPOCO LO ESTÀS...
Gracias infinitas.

domingo, 15 de marzo de 2009

I can't hold back

Al fin te he encontrado, eres màs qe lo qe esperaba, màs qe lo qe imaginè todo este tiempo. Valiò la pena la espera, los sueños e ilusiones no fueron en vano porqe has llegado a mi vida, nuestros caminos se han juntado, y ya no puedo volver atràs; si pienso en volver atràs no es por mi, es por terceros a los qe no qiero dañar, me siento bien sintiendo esto por ti porqe sè qe es sincero y limpio; no importa si no estamos juntos como una pareja porqe el amor qe siento es real, te qiero y no puedo negarlo, y te qerrè de la forma qe sea.
No puedo dejar de sentir esto, y sè qe no deberìa sentirlo, sè qe no tenìa qe caer, a veces pienso qe estoy en la posicion menos correcta, yo debo solo ser una buena e incondicional amiga, y no esperarte ni soñarte.
Eres de otra, es asì de simple y no lucharìa sabiendo qe otra te ama, no lucharìa sabiendo qe ella sufrirìa.
Tu mirada me dice cosas para mi inseguridad indesifrables, o desifrables, la verdad es qe no qiero creerlo e ilusionarme, no qiero sufrir, y sòlo se qe esto qe siento no es mentalmente manejable, no se puede tapar el sol con un dedo por ahi escuchè, es cierto, lo siento cariño por adorarte, me siento mala persona por sentir esto por alguien comprometido... Yo no decido sobre mi corazòn, ni sobre lo qe dice mi mirada, pero si sobre lo qe afirmo o niego. Puedo negarlo? puedo, pero no engañarìa a nadie.

sábado, 14 de marzo de 2009

El reencuentro

Habían pasado cuatro años sin saber de él, ella solía recordarlo sonriendo siempre y eso era un premio, pero, ese abrazo que se dieron en su reencuentro fue el mejor premio por toda la inmensa espera.
Cuando ella lo conoció era sólo una niña, pequeña y para nada vanidosa; ahora era toda una señorita, hermosa, con una suave voz y un dulce actuar; su mirada se había apaciguado con los años. Sintió su corazón estremecer cuando le vio, ella aún lo idealizaba, aún lo veía tan perfecto como antes, su inmensa sonrisa la hizo saber todo el cariño que él le guardaba, sus ojos brillaron mientras le habló; era la emoción de el reencuentro.
Ella no olvidará sus palabras de aliento, sus chistes, su mirada y el calor de sus brazos cuando la rodeo por completo. El reencuentro fue sorpresivo, era antes del mediodía, el clima era perfecto en pleno verano, su caminar era feliz; repentinamente escuchó su nombre y dio media vuelta, lo vio acercarse hacia ella, no pudo contener la emoción en ese abrazo, quiso dejar ir algunas lagrimas que a pesar de la confianza, encarceló, en ese abrazo hablaron sin comprender mucho bajo el brillante sol que bañaba sus castaños cabellos que revoloteaban con la brisa de Diciembre.

¿Como estás? -preguntó el-
Bien, ¿qué hay de ti?, tanto tiempo -respondió-
Demasiado, años, estás tan grande

ella rió y le dijo que por fin había crecido, ambos rieron en ese abrazo infinito, dulce y lleno de tantas esperanzas, luego de conversar acerca de los estudios él le pidió que se alejaran de la gente, debía decirle algo, sin pensarlo ella caminó junto a él un poco extrañada.

No me temas -bromeó él-
Ella simplemente rió, haciéndolo reír a él también. Lo miró a los ojos, brillantes e inundados por la alegría, tal como ella los recordaba en su niñez cuando solían bromear, ahora la piel de su alrededor no era del todo tersa, pero él seguía siendo bello. Su voz seguía siendo tan jovial como antes, tan amable, y el seguía tan sencillo como siempre, como ella lo quería.

Hablaron sobre sus vidas cortamente para ponerse al día, ella no recuerda exactamente todo lo que dijo ya que se perdió una vez mas en él, como siempre; Su corazón se llenó de emociones en la despedida, no pudo evitar quedar embobada una vez mas, él la abrazó una vez más, besó su rostro y se marchó sonriente y complacido; al volverse ella ya no lo vio, ya no estaba, había desaparecido una vez más de su vida y con el se había ido su corazón también, sus sueños de amarlo y de decirle todo lo que lo había esperado, cuanto lo admiraba, cuanto lo quería y cuanto hubiese querido que el estuviese a su lado sin importar lo que dijesen los demás; pero es claro, si bien él la adoraba la veía aún como una hermana pequeña y no como la señorita que ella esperaba parecerle.